PERFECTIBLES Dios no está en Instagram
- Carolina Acuña
- 11 nov 2021
- 3 Min. de lectura
Considero que muy en el fondo, nos resistimos porque sabemos que el estándar es muy alto. Sabemos que seguirlo no es jugando y modelar su conducta es casi imposible porque en Él, hay perfección. Es para nuestra reducida mente humana, un estilo de vida difícil de modelar.
Nosotros por otra parte, somos seres tan imperfectos, tan pequeños e inútiles, que pensar en ser siquiera parecidos a Jesús, resulta la excusa perfecta para rechazarlo y hablar mal de quienes decidieron a pesar de todo, aceptarlo, seguirlo y modelarlo.
Yo soy Cristiana, acepté a Jesús en mi vida y no por eso me creo perfecta, al contrario sigo siendo pecadora pero, decidí ser perfectible para y en Dios. Jamás había estado tan consciente de lo pequeña que soy hasta que lo conocí y quiero comenzar por ahí.
Crecí en una familia católica, en donde se me inculcó que existía Dios. Me hablan de Él, de que yo era importante para Él, que le pidiera cualquier cosa y que Él me lo iba a conceder. Sólo me enseñaron a orar, no a alabar, me enseñaron a pedirle y no a darle; eran patrones de conducta y me daban énfasis a lo que yo era para Dios y no a lo que Él debía significar para mi.
Me decían: “la misa que cuenta en la dominical, sino no vale”
En otras palabras, me sistematizaron la Fe. Yo únicamente conocía de Dios, pero no lo conocía a Él. Era cómo si Él fuera un Dios de click y de la nada aparecería en Instagram, con un Feed lleno de imágenes con su Palabra, “Stories” dando consejos de cómo parecernos a su hijo Jesùs y Reels hablando de sus parábolas. Todo entraba por un oído y salía por el otro. En fin, llegué a la conclusión que yo no fui nunca invisible para Dios, pero Él si lo era para mi.
Imagina por un instante a tu cantante favorito. Lo sigues en Instagram y posiblemente en otras redes sociales. No te pierdes ni una sola de sus actualizaciones en el estado y admiras lo que ha logrado, porque es “alguien en la vida” y se llena los bolsillos por medio de canciones sólo hablan de lo vacía y podrida que esta su vida. Pagas boletos a conciertos de más de $100 y esto para vos es una gran inversión, porque además si hubiera un “Giveaway” para un “backstage” participarías.
Comentas sus fotografías e imprimes otras tantas, porque forras las paredes de tu cuarto con imágenes de una persona que idolatras. Es para vos un ejemplo a seguir de superación porque tiene autos de lujo, yates y casa en la playa, pero al final del día es una personas que no conoces y que jamás va a formar parte de tu vida.
Si Dios estuviera en Instagram, ¿lo seguirías? ¿compartirías sus Historias, Reels o fotografías?. Si Dios estuviera en Instagram, ¿Lo admirarías? ¿lo modelarías?. Probablemente su Feed sería de una vida sencilla, siendo carpintero, sin mansión ni jacuzzi, ni viajes a Dubai, ni andaría en cruceros.
Un día vi una frase que decía, “Sino quieres pasar tiempo con Jesús en la tierra, ¿porqué quieres ir al cielo?”
Juan 14:6 dice
-Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Pero, ¿sabes porque Jesús no tiene Instagram?
Porque su vida si es real y no es vacía. Porque su corazón es puro y desinteresado y no necesita aparentar para que quieras caminar a su lado. Él no te presiona y muchas veces (la mayoría) en medio de un desierto te enamora y cambia tu vida.
Somos perfectibles, no perfectos. Eso quiere decir que aunque el estándar de conducta es muy muy alto, le permitas a Dios trabajar de tu lado para mejorar actitudes y vocabulario.
Esta semana que pasó, hubo una situación a nivel familiar, en donde perdí el control. Dije cosas que no debí y si debo aceptar que estuve muy alterada. No pasé esa prueba, pero al final del día, Jesús me impulsó a marcar la diferencia y con humildad, pedir perdón. A eso me refiero con perfectibles. Sabes que aunque fallas, siempre vas a terminar por hacer lo correcto, porque Dios te impulsa a hacerlo.
Todo lo que fue creado por el hombre no tiene ningún propósito, sino Glorifica a Dios. Instagram es una red social, que si es divertida, pero también puede perjudicarte la vida, porque todo lo que ves ahí lo anhelas tener algún día. No esta mal mejorar y querer vivir bien, lo malo es cuando tu corazón está en otro lugar que no glorifica a Dios. No te quedes con un versículo diario de Instagram, dale la oportunidad de entrar en tu vida.
¡Sé Perfectible para Dios!
Por: Carito

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