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EL ESTANDAR MÁS ALTO

  • Foto del escritor: Carolina Acuña
    Carolina Acuña
  • 11 feb 2023
  • 4 Min. de lectura

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Juan 1:11


Recuerdo que cuando tuve mi primer encuentro con Jesús, en una demostración, ejemplificaron lo que significaba mi pecado y lo que yo le hacía a Jesús por ignorar su muerte en la cruz. Una chica, llevó una cruz de madera y comenzó por quitarse los zapatos y ensuciar los pies con lodo. Lo que vino después fue súper gráfico. Sus palabras las recuerdo hasta el día de hoy; “esto es lo que haces cuando pecas” y comenzó a pasar sus pies sucios por la cruz. Era claro para mi, que creía de la boca para afuera y que toda mi vida había pasado pisoteando el valor del precio de sangre que Jesús había pagado por mi..


Jamás voy a olvidar como comencé a sentirme miserable, culpable y no merecedora de semejante acto de amor. Ese día simplemente, exploté en llanto y esa imagen de la cruz llena de lodo y pisoteada se grabó en mi corazón.


¿Cómo es que una persona como yo, merezca semejante acto de amor ?


“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Juan 3:16


Este versículo, responde a esta pregunta. “Porque de tal manera amó Dios al mundo” . No podemos humanamente imaginar cuanto es –de tal manera. Es sencillamente desproporcionado a nuestro corto entendimiento. Lo que si es claro, es que no todos tendrán vida eterna en El, sino solo aquellos que en El creyeren. Esto es muy difícil, porque no basta únicamente con creer, sino además aceptar sus mandamientos, atesorarlos y cumplirlos; y esto me lleva a lo que les quiero compartir hoy en este blog.


¿Cómo iniciar a escribir acerca de esto…? Es un tema muy complicado para mi, porque como humana siempre voy a fallarle a Dios. Lo único bueno que hay en mi es Cristo y solo con El en control de mi corazón (pensamientos, palabras, acciones y emociones), seré capaz de cumplir con su siguiente mandato.


Les doy un mandamiento nuevo: Ámense unos a otros; como yo los he amado, así también ámense los unos a los otros.

Juan 13:34


El amar a los unos y a los otros, no es selectivo. No es amar a quienes me caen bien y hacer un “tinmarin de dopingue” y descartar convenientemente a quienes no son de mi agrado. Por eso es que su estándar es el más alto. Personalmente, esto para mi ha sido un reto, un camino lleno de pruebas. Unas ganadas, y la mayoría perdidas.


Hay una persona en mi vida, de mi cÍrculo cercano que no es de mi agrado en su totalidad. No me agrada su manera altanera, prepotente e insolente de ser. Sinceramente en mi naturaleza humana, si yo pudiera elegir, elegiría no amarlo, porque esa es la naturaleza humana, incapaz de amar aquello que duele, incomoda o desagrada. Dios ha querido formar en mi cosas, que yo no le he permitido, por no tener un corazón alineado al suyo, en torno a este asunto.


Siempre, cuando el ego es herido (narcicismo en escena), Dios no puede actuar, porque lo único que se ve es, un “yo” resentido. Para mi, particularmente, esto ha sido una lección dura de aprender. No se imaginan cuantas lágrimas me ha costado entender lo que Dios desea hacer en mi vida a través de él.


Hoy, después de un par de años, logré comprender el porqué es que esta persona, me resulta tan poco tolerable y de nuevo, lloré con profundo dolor en mi corazón porque Dios me llevó al momento en que entendí esa escena del lodo y la cruz. Yo no merezco nada, pero Dios en su infinita Misericordia, me limpió y me dio una nueva vida en El. Y esto es precisamente lo que El me enseñó el día de hoy. Así como veo yo a esta persona, es exactamente como Dios me vio y aún así, me amó. Esto es impresionante


Imagínate a Dios sacándote de la inmundicia y cargando el con todo ese lodo. Imagínate a Dios purificando corazones por Misericordia y Gracia. Imagínate a Dios amándote de tal manera que dio a su Hijo por precio de sangre. Esto si que es Amor. Y así es como El quiere que amemos al prójimo. Por eso su estándar es el más alto.


Lo duro a nivel natural, es que para mi esta persona es mi reflejo de mi antigua vida sin CRISTO. Y por eso es que sufrió tanto con todo lo que él es, porque me lo tomo todo demasiado personal.


Mi lección aprendida es que así como El tuvo Misericordia de mi y me dio una nueva oportunidad en Cristo de alcanzar vida eterna, y por su Gracia me amó de tal manera, mereciendo yo la muerte, ¿cómo no voy yo a tenerla, con la persona que anteriormente les mencioné? Si Jesús me acepto, amó y redimió a mi siendo escoria, ¿cómo no voy yo a amar a mis enemigos también?

Por eso es que su estándar es el más alto.


Por Carito







 
 
 

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