top of page

LA PRUEBA DEL CORAZON

  • Foto del escritor: Carolina Acuña
    Carolina Acuña
  • 4 ago 2020
  • 3 Min. de lectura

El tema que pongo sobre la mesa, después de varias semanas, creo que, hasta meses, en este blog, es más delicado de lo que creo. Comenzando este blog, me percato que Dios ha venido preparándome para esto, y estoy lista para redactar.


He venido durante varias semanas, atravesando un proceso fuerte, en el que siento que Dios ha venido probando mi corazón. Un corazón que pensé que había sido sano en esa área en específico y me di cuenta de que no. Descubrí que hay áreas tan sensibles en mi vida, marcadas por procesos rudos, con heridas que tapé por encima y al momento de retirar la curita, me ardía como el primer día.


Les comento todo esto, porque en mi familia, hemos tenido que tomar decisiones fuertes respecto a una persona que todos amamos mucho, pero que a su vez, ha dañado tambien. Es complicado, porque las heridas pasadas hechas por esta persona, siguen siendo parte de una excusa barata de mi parte, para no ser como Jesús.


Dios va permitiendo procesos y va probando corazones. Somos probados todos los días y en las áreas más pequeñas de nuestras vidas y, NO NOS DAMOS CUENTA. Pasamos pensando en como hacer para parecernos más al último grito de la moda, de cualquier equis diseñador, pero parecernos al Creador no nos llama la atención.


Queremos ir al cielo, sin pasar tiempo con Jesús aquí en la tierra y lo pero es que queremos un perdón que no merecemos mientras tomamos el papel de un juez y fiscal y nos creemos con un derecho celestial de repartir sentencias sin parar.


Yo he jugado a ser juez. He sido de las personas que no dan oportunidad para una explicación. He sido la que asume, la que no otorga el beneficio de un abogado defensor. Y también he estado en el banco de las acusadas. He pedido ser escuchada y he sido ignorada.


Todos hemos interpretado a la victima y el victimario. Hemos sido juez, fiscal y abogados. Sabemos lo que se siente rechazar y ser rechazados. Frases como: ya le di muchas oportunidades”, que lo perdone Dios porque yo no puedo” las hemos mencionado y se nos han devuelto en el momento más necesitado.


Estos últimos días he analizado y orado demasiado por este tema familiar en particular y yo quiero parecerme a Jesús. Quiero hacer lo que El haría, decir lo que diría y quiero perdonar, amar, abrazar y apoyar como El lo haría.


Muchas veces Dios nos pide que hagamos cosas que no queremos. Que vayamos a lugares que no frecuentamos, con personas que no nos agradan, y desobedecemos, a causa de una herida que fue solamente tapada con una pomada.


Yo pienso que Dios nos ha perdonado a todos por nuestros fallos y todos, por El seremos juzgados bajo la misma clasificación de pecado. En su Palabra, se nos demanda ser como El, pero en cuanto a Perdón y Amor, que muy personalmente creo es lo que el ser humano siempre ha necesitado.


Su estándar de estilo de vida es muy alto, y modelarlo no puede ser acomodado por conveniencia. Yo quiero ser el reflejo de lo que El hace conmigo todos los días, porque por eso estoy aquí. Si El me perdonó, me abrazó, protegió y restauró, quien soy yo para no hacer lo mismo con mi prójimo, con ese alguien necesitado. Merezca o no la oportunidad eso no me corresponde decidirlo, yo solo quiero ser Reflejo de su Amor.


Esto es lo que Dios habló súper fuerte a mi corazón, esa es La Prueba Del Corazón


Quiero parecerme a Jesús. Y, ¿vos?


POR: CARITO




Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.

 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten


COLOSENSES 1:16-17



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


©2019 por Reflejos de su amor. 

bottom of page