LA PARÁBOLA DEL PARAGUAS

¿Usarías un paraguas en época seca? Algunos dirán que si, otro que no. Es lógico para muchos utilizarlos cuando llueve pero, cuando hace sol y ves a alguien con uno, posiblemente piensas que es hasta ridículo utilizarlo en época seca. Del cielo cae la lluvia, pero también de ahí vienen los rayos de sol. Si te mojas te enfermas y si te expones demasiado al sol te insolas. Por este motivo el paraguas en ambos casos es igual de importante y cumple la misma función: protegerte. Así es la vida. Días lluviosos y soleados y que crees?, Dios te da un paraguas para que tengas cobertura todos los días de tu vida. El paraguas simboliza LA PALABRA DE DIOS. Estas en medio de una tormenta, usa tú paraguas. No entiendes porque llueve y llueve y ves que tu vida se ha convertido en un diluvio permanente, usa tú paraguas. Los gigantes a los que te enfrentas están a punto de aplastarte, usa tú paraguas. La vida vas a vivirla de acuerdo a tu perspectiva y la lógica humana es tan lógica, que no permite ver más allá de un razonamiento pobre que limita al ser humano. El mover de Dios es tan ilógico pero, tan perfecto que básicamente te dice: Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonadas. Un dicho, común y corriente pero, que tiene un trasfondo impresionante. Pierdes a tu padre o a tu madre, se muere uno de tus hijos, te quedas sin empleo, terminas una relación de años o un matrimonio de décadas, tu hijo esta en drogas o tu hija se prostituye, tienes un problema de alcoholismo que no solo te tiene dependiente, sino además depresiva… podría seguir numerando circunstancias de vida, pero la pregunta es ¿en que te estas enfocando? Cuando estás en medio de una prueba ruda en tu vida, la pregunta suele ser súper predecible: ¿porqué a mí? ¿Qué hice yo para merecer este proceso? ¿Porque mejor no me dejas morir y listo? Y Dios responde: USA TU PARAGUAS La solución a los problemas no la da una respuesta a esas preguntas y aunque no lo creas y pienses que ese paraguas es un accesorio que no combina o se te hace pesado cargarlo, quiero preguntarte ¿Cuándo ha estado Dios a la moda? En algún punto en mi vida, perdí a mi papá y literalmente sentí que la vida me cambió. Es horrible ver a un ser tan amado morir de un cáncer tan ingrato como el gástrico, y si tuve que vivir un proceso fuertísimo con mi mamá y a nivel familiar en general, que me desgastaron por no saber que existía un paraguas para no mojarme. El proceso duro tanto como fue mi decisión. Tenía 24 años cuando esto sucedió, y después de haber hecho berrinche, haber renegado, haber perdido tanto… decidí aún empapada, no seguirme mojando… Y comencé a enfocar mi vida en las cosas positivas que si me estaban sucediendo. Aprendí a valorar y agradecer todo lo que tengo, aprendí a ser autosuficiente, determinada, esforzada, independiente, consciente. Aprendí tanto gracias a ese proceso, que miro atrás y me percato que no soy la misma de aquel día. Hoy ya son casi 29 vueltas al sol y no pienso ni actúo como aquella inmadura chiquilla de 24. Abro mi corazón a ustedes porque cuando adquirí mi paraguas a precio de Sangre, no sabía como utilizarlo, no sabia como eso me iba a proteger, como me iba a ayudar y a enseñar que aún mojada por la lluvia, yo iba a estar bien. Los procesos que debemos pasar en la vida no siempre nos va a ser fácil ni mucho menos rápido superarlos, pero si podemos tomar ese paraguas lleno de vida que nos dará propósito a cada uno de nuestros días... Por: Carito