LA PARÁBOLA DEL BROWNNIE

A vos te gustan los brownnies?

Por lo general, a estos deliciosos trocitos de chocolate, nadie se les puede negar. Pero, quién iba a a decir que al hacerlos me iba a quedar una enseñanza tan importante?

Por eso quiero, por medio de estas líneas, contarte como nace la parábola del brownnie.

Yo asisto a una Iglesia en Costa Rica que se llama Visión de Impacto y los miércoles colaboró en "academia" como le llaman en otras iglesias o New Life como le llamamos nosotros.

Cada semana, procuramos sorprender de alguna manera a los chicos y esta semana a mí se me ocurrió hornear brownnies 😁 No soy experta en la cocina, pero sinceramente las veces que los he preparado, me han quedado muy bien.

Ya desde el martes yo tenía todos los materiales y a eso de las 3:30 pm del propio miércoles, los comencé a preparar. Mi intención era llevarlos recién hechos pero, cuando saqué la primer tanda, simplemente se me desmoronaron y la segunda, por el contrario, duros como una galleta.

Y yo, ENTRÉ EN PÁNICO...!

Eran 30 porciones distribuidas en 2 moldes grandes y el problema grave era que ya no tenía tiempo para hornear más. Debía estar a las 6:00 pm y ya eran las 5:30. Me ahogué en un vaso con agua!

Cuando tenemos intenciones buenas de servicio, el compa del subterráneo va a querer sabotear tu trabajo; y eso fue exactamente lo que a mí pasó.

Mi actitud en ese momento no fue la más correcta, porque además de hablar de manera inapropiada, mi pensamiento inmediato fue de derrota y me quise dar por vencida. Fue en ese momento cuando mi novio, sabiamente, no me dijo nada, me dejó hacer berrinche y él tomó el control de todo; sacó más mantequilla, más harina, más chocolate, otro molde y me dijo: "Amor cómo se hace esto, que echo primero?"

Él no tenía idea de lo que estaba haciendo, pero por amor decidió ayudarme. Al ver la actitud de él, me calmé un poco e hicimos la mezcla juntos una vez más y literalmente dijimos: Señor que se haga tu voluntad! y Adivinen qué?, SALIERON PERFECTOS!

La intención del detalle era que se entregara al inicio de New Life, pero ya dice el dicho: "Uno propone y Dios dispone" y de ahí la enseñanza de esta historia.

Nosotros nos preocupamos porque en el primer intento todo salga exactamente como lo planeamos pero, acaso ¿no es Dios quién tiene la última palabra? Nos sentimos mal porque no salió como esperábamos y no nos detenemos a analizar que al menos ya sabemos cómo no hacerlo.

El que las cosas no salgan cómo se esperaba, nos permite un segundo intento, una nueva oportunidad de hacer las cosas con y por amor. Nos obliga a ser aún mejores en lo que que desarrollemos. Nos hace crecer y nos da sabiduría.

El verdadero fracaso, viene cuando dejamos de intentarlo y vemos ese fallo como la única oportunidad para lograr algo. Dejamos de escuchar la voz de Dios dándonos instrucciones por estar enfocados en en el ruido del mundo, en los no puedo y creyendo pero en negativo.

Mi ropa llena de harina tras dos intentos de brownnies, son el Reflejo del amor de Dios, porque me enseña a través de prueba y error. Esta harina solo me recuerda las cicatrices del proceso con Dios, porque aunque al final todo salió bien, las marcas del procesos son muy evidentes a la vista.

Cuando yo ví a mi novio sacar más ingredientes me puse a pensar que esa es la actitud de Dios al vernos mal y pensando que fracasamos. Él nos ve hacer el berrinche y simplemente saca la bandera de la paz y dice:

"Tranquila hija que aqui estoy, vamos a hacerlo de nuevo, pero esta vez juntos".

Por: Carito

Cada cosa que realices tiene un enseñanza!